martes, 6 de agosto de 2013

Viaje a MADRID, TOLEDO y EL ESCORIAL - Julio 2013

Tenía muchas ganas de realizar este viaje. Tras estudiar historia del arte como asignatura en el instituto y tras conocer que el Museo Reina Sofía iba a inaugurar una exposición sobre mi ídolo Salvador Dalí, estuve intentando ir a Madrid como fuera.

Tras varios intentos, al final conseguir ir a mediados de julio con mi madre, del que sería un viaje 100 % cultural, visitando los museos más famosos de Madrid (mejor dicho, todos) y aprovechando el viaje para visitar otros lugares culturales como El Escorial y Toledo.






DÍA 1: LLEGADA Y MUSEO DEL PRADO
La nueva entrada del Museo del Prado

Decidimos que mi madre vendría conmigo, pero no iríamos en coche (ya que entrar en Madrid en coche es un poco caos), así que tuvimos que coger un autobús que saliera desde Córdoba hasta Madrid, que duraba unas 4 horas y 45 minutos. El autobús se hizo un poco pesado, pero llegamos a la estación Méndez Álvaro cerca de la 1 del mediodía, teníamos todo el día por delante.
Cogimos el metro hasta Atocha para llegar a nuestro hostal, que estaba justo en frente del Museo del Prado y cerca de todos los museos de Madrid, que en definitiva, eso era lo que íbamos a ver. El hostal estaba muy bien situado y bastante barato para los 4 días que dormimos allí.

Después llegó un compañero de trabajo de mi madre que vive en Alcorcón y que nos dio a elegir que hacer por la tarde. Aprovechando que es profesor de historia y arte, decidimos empezar por el más famoso, el Museo del Prado que nos pillaba enfrente del hostal (no sin antes llevarnos dentro del Hotel Palace para enseñarnos su cúpula y ver la desastrosa fachada en obras del Congreso de los Diputados, que recordaba a la economía del país). No me dejaron echar fotos dentro del Museo del Prado, pero disfruté mucho. Aparte de los fantásticos cuadros de Goya y Velázquez, genios donde los haya, me llamó muchísimo la atención la copia de La Gioconda (Mona Lisa) que encontraron en 2012 y que es realmente fantástica, rejuvenecida, colorida y para mi gusto personal muchísimo más bella que la original del Louvre. Pero el cuadro que más me llamó la atención fue El Jardín de las Delicias de El Bosco, un pintor holandés que plasma en un tríptico las escenas del Paraíso, la Tierra y el Infierno de una manera muy misteriosa, para mí la joya del museo junto a Las Meninas.

El Jardín de las Delicias , El Bosco. 1480
























Por cierto, he de recalcar maravillosa la ampliación del Museo del Prado hecha en 2009, que ha unido el
edificio original de Juan de Villanueva y el claustro de los Jerónimos, donde actualmente están las
exposiciones temporales, el claustro permanece allí muy bien conservado y la entrada es ahora digna de un museo internacional como el Louvre o el Británico.
Tras ver absolutamente todos los cuadros, dimos una vuelta por Sol y los bares cercanos, para irnos tempranito a la cama que al día siguiente teníamos cita en el Reina Sofía.



DÍA 2: MUSEO REINA SOFÍA Y EL ESCORIAL

Tras nuestro desayuno andaluz en un bar enfrente del hostal, nos dirigimos hacia el Museo Reina Sofía para ver la exposición de Salvador Dalí. Las entradas ya la habíamos comprado por internet tras enterarnos de que muchas personas que van allí no consiguen entrada y es mejor comprarla con antelación.
No podíamos entrar a la exposición hasta la hora justa, que eran las 11 de la mañana, así que fuimos a ver el Guernica de Pablo Picasso que también está allí y me quedé maravillado, sobretodo por el tamaño. Pero nos dio sólo tiempo a ver esa obra y nos fuimos a la exposición, donde quiero reiterar una y otra vez que ha sido mi parte favorita del viaje. Enhorabuena a todos los que han trabajado para unir todas esas obras de nuestro Dalí, que llegaban desde el MoMa de Nueva York, San Petersburgo o el Museo Dalí en Figueras. Estaban allí las obras más famosas del artista y no sólo pinturas, sino libros, manuscritos, cortos de películas, un traje, escultura y hasta bocetos. Tengo que nombrar una curiosa anécdota de Dalí y es que cuando estaba estudiando en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, en un examen delante de los profesores tenía que explicar el tema que le saliera en un papel. El tema que le salió fue Rafael y a lo que el gran Dalí respondió: "Señores, no puedo hablarles a ustedes de Rafael, porque yo sé más de Rafael que todos ustedes juntos". Este hecho hizo que le expulsaran de la Academia, pero su arte continuó vivo.
Sueño causado por el vuelo de una abeja
un segundo antes de despertar, Dalí. 1944
Biblioteca de El Escorial
Tras la exposición, descubrí que Dalí estaba totalmente enamorado de Gala, su musa, estaba realmente loco, pero que nadie podía negar que había sido un genio y este mundo está falto de ellos. Recomiendo a todo el mundo que vaya (hasta el 3 de septiembre, si mal no recuerdo), yo sin duda después de la exposición creo que ha sido uno de los mejores pintores.

Por la tarde cogimos el tren de Cercanías para ir a El Escorial, llegamos tras 1 hora y entramos en un parque donde estaba la Casita del Príncipe, de Juan de Villanueva (el que construyó el Museo del Prado) pero estaba cerrada y sólo se veía de perfil. Tomamos un par de Coca-colas para evadirnos un poco del calor y después llegamos al edificio en sí, un imponente edificio que fue residencia de reyes durante muchos siglos. Tiene forma de parrilla ya que está consagrado a San Lorenzo que fue quemado en una.
Aquí me desesperé bastante porque no dejaban hacer fotos en el interior (cosa que ignoré por completo) y no nos dejaron entrar a la iglesia ya que se estaba celebrando una boda (el guardia no nos dejó entrar porque habían llegado 2 invitados), ¿en serio? Aunque la iglesia esté llena hay espacio suficiente como para no molestar y verla sin problemas.
Casa de Alaska y Mario con sus flamencos
rosas en el balcón
A pesar de estos contratiempos y de que el estilo herreriano no tiene ningún tipo de adornos, a mí me encantó, me sorprendió la cantidad de funciones que cumplía, el gran cementerio real que hay bajo tierra y la gran colección de pintura.
Por la noche volvimos a Madrid y fuimos a la casa de Alaska y Mario Vaquerizo, de los que me considero fan y me alegró muchísimo estar allí, incluso había gente echando fotos.

El Escorial


DÍA 3: MUSEO NAVAL Y MUSEO SOROLLA


Primer mapa en el que aparece América, 1500
Sinceramente no me daba ningún interés, pero ya que era uno de los museos que quería ver mi madre, fuimos a ver el Museo Naval que también estaba muy cerca del hostal. Llegamos justo a la hora en la que empezaba una visita guiada y diréis, oh que bien, todo explicado, sí, precioso, la visita duraba nada más que 2 horas y media. Sí, para ver cuatro salas que tenía el museo. Pero bueno, aguanté como pude la desesperación y fui haciendo fotos aquí y allá a cosas que en verdad no me llamaban la atención, mi madre escuchó tooooda la explicación, que tostón. Lo único que me llamó un poco la atención fueron algunos objetos de la Guerra Civil Española, ya que la he estudiado hace poco, había misiles, banderas y maquetas de barcos.

Entrada al Museo Sorolla
Tras este museo, nos dirigimos al Museo Sorolla, que está un poco más alejado del resto, por lo que tuvimos que coger el metro hasta la estación Rubén Darío. Nos tomamos una granizada para quitarnos el calor un poco y llegamos. El museo es también bastante pequeño, es literalmente la casa donde vivía Sorolla, con su jardín, sus estanques y hasta los sillones, todo muy hogareño y cercano. Al igual que Gala para Dalí, la musa de Sorolla era su mujer Clotilde, aunque por supuesto no puede compararse a la obsesión que tenía Dalí. Sorolla amaba pintar la playa, el mar y la gente disfrutando de ellas.
Paseo a orillas del mar, Sorolla. 1909
Mi cuadro favorito de Sorolla
Palacio de Cristal del Retiro




Comimos cerca del museo al mediodía y volvimos hasta el Parque del Retiro, donde pudimos ver a un grupo de jóvenes que estaban cantando acapella, seguramente ensayando para una obra y parecían ser indonesios, aquí os dejo el video. También vimos el Palacio de Cristal en el Retiro.





















DÍA 4: TOLEDO
Fachada de la Catedral de Toledo

Este día lo dedicamos para ver Toledo, cogimos un bus que salía desde la Plaza Elíptica y tardamos unos 45 minutos en llegar a Toledo, que creo recordar que solamente había ido una vez de pequeño pero tenía muy buenos recuerdos de su río y su ribera.
Llegamos desde la estación hasta el corazón de la ciudad andando y pudimos ver el exterior de la catedral, una imponente catedral de estilo gótico, que fuimos un domingo a Toledo precisamente para entrar a la catedral gratis, ya que los demás días te cobran 11 € por persona, eso sí, si no eres español, tendrás que pagar sin importar el día.
Dejamos la catedral para después de comer ya que aún estaba cerrada, y decidimos ver las sinagogas, empezando por la del Tránsito y la de Santa María la Blanca, si no recuerdo mal, solamente existen 3 sinagogas antiguas en toda España, esas dos y la tercera que se encuentra en Córdoba.
A pesar de que la del Tránsito es mucho más conocida, a mí me impresionó más la de Santa María la Blanca por sus arcos blancos que me recordaban a la Mézquita de Córdoba, tenían mucha influencia musulmán.
Sinagoga Santa María la Blanca
Después entramos en la que se pensaba que era la casa de El Greco, el famoso pintor griego que vivió gran parte de su vida en Toledo y al que Toledo le debe gran parte de su fama. 
Por El Greco principalmente fuimos a Toledo, ya que tenía muchas ganas de ver su obra El entierro del Conde de Orgaz, que estaba en la Iglesia de Santo Tomé y que te cobraban nada más y nada menos que 2'50 € simplemente por ver la obra en una habitación y sin poder tomar fotografías, a pesar de las múltiples cámaras, me pareció horrible tanto dinero y eché una foto, que es lo mínimo que podrían dejar hacer.
A pesar de esto, he de decir que es un cuadro que me fascina absolutamente.
Retablo de la Catedral de Toledo
Después de comer, por fin entramos a la catedral, ¡y que catedral! Tengo que decir que es una de las mejores catedrales que he visitado, y eso que he visitado bastantes. La Catedral de La Almudena de Madrid no es absolutamente nada comparada a esta. Lo más impresionante era un gran agujero que había en el techo de la catedral, llamado el Transparente, que hacía llegar un halo de luz hacía el sagrario y que estaba decorado con esculturas y pinturas. Para mí de lo más impresionante de Toledo.
Quise entrar al Alcázar ya que había estudiado la etapa de la Guerra Civil Española en la que liberan a los sublevados de Franco pero estaba cerrado, así que nos fuimos a ver una exposición de Leonardo Da Vinci que había y después cogimos el bus de vuelta a Madrid.



El entierro del Conde de Orgaz, El Greco. 1587

El Transparente, Catedral de Toledo



















DÍA 5: MUSEO THYSSEN Y REGRESO

Y llegó nuestro último día de museos y arte por un tubo, dejamos para el lunes el Museo Thyssen.

A pesar de que fue el museo que menos me entusiasmó (quitando al Naval), tengo que decir que si la exposición de Dalí no estuviera en el Reina Sofía, claramente ese museo no me hubiera gustado tanto.
Había cuadros que me sonaban y me gustaban, como algunos de Degas, Cézanne y Gauguin, pero yo creo que le faltaba algo al museo. Aún así, yo estaba feliz porque dejaban echar fotos y entramos gratis.
Retrato de Carmen Thyssen en el museo

Bailarina basculando, Degas. 1879



Mujer en el baño, Lichtenstein. 1963
Uno de los cuadros que más me llamó la atención.

Adelantamos el autobús de las 8 a las 4 de la tarde porque pensábamos que íbamos a tardar más en llegar.

Creo que hicimos el viaje en el momento perfecto.

CONCLUSIÓN


Realmente puedo decir que he disfrutado muchísimo con este viaje, después de la gran cantidad de cosas que he aprendido en historia del arte, este viaje me ha servido para recordar cosas pero sobretodo para aprender muchísimas más. He conocido artistas que no conocía y que me han encantado, y hasta he sabido que el rey Juan Carlos cuando muera no tiene sitio en El Escorial para ser enterrado.

-Lo mejor: la exposición de Dalí, sin dudarlo. Sólo un genio sabe hacer todo lo que hizo.
-Lo peor: los transportes en general, al no disponer de coche pierdes mucho más tiempo y tienes que ir a todos los sitios corriendo, pero aprovechamos el tiempo a más no poder.
-Nota: un 8'5
-¿Volverías? Sí, volvería a Toledo para ver El Expolio que estaba en restauración y sobretodo a Madrid para ver el Museo Arqueólogico Nacional cuando terminen de restaurarlo.



La persistencia de la memoria, Dalí. 1931

1 comentario:

  1. Cuando fui a madrid con mi hermana, la pasamos genial tomamos el metro hasta Atocha para llegar a nuestro hostal, que estaba justo en frente del Museo del Prado y cerca de todos los museos de Madrid, que en definitiva, eso era lo que íbamos a ver. El hostal estaba muy bien situado y bastante barato para los 4 días que dormimos allí.
    Fuente: galapagos tours cruises

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