sábado, 8 de marzo de 2014

Viaje a CATALUÑA y PERPIÑÁN - Febrero 2014

Tras realizar el viaje a Madrid en verano del año pasado, este año tocaba ir a Barcelona y a su entorno, sobretodo organicé el viaje para ver sitios referentes a Salvador Dalí, y que mejor lugar para conocer a este genio que su Teatro-Museo de Figueres (Girona).

A pesar de que el viaje estaba organizado exclusivamente para eso, obviamente había que aprovecharlo y vimos muchas más cosas que escribiré a continuación y que aunque pensaba que no iban a dar tiempo, vimos incluso más de las planeadas. Esta vez le tocó a mi padre venir conmigo.






DÍA 1: BARCELONA

Es verdad que hay que madrugar muchas veces, que es más cómodo, etc.,  pero no entiendo a la gente que prefiere coger el coche o el AVE desde un sitio tan lejano como Córdoba hasta Barcelona, aunque dijeron que habían bajado el precio, yo no lo encontré más barato de 130€ ida y vuelta. ¿Sabéis cuánto nos costó el avión? Porque obviamente fuimos en avión: 30€ ida y vuelta. Te ahorra cien euros, que se dice pronto.
Y sin olvidar que el coche tarda 8 horas, el AVE 4 y media y el avión 1 hora y media. Pues sinceramente no entiendo la lógica del AVE teniendo el avión más rápido y barato, pero bueno, yo prefiero mil veces coger vuelos low cost, para gustos colores.
Metiéndome ya en materia, llegamos al Aeropuerto de Barcelona y alquilamos un coche (pensando que no lo íbamos a coger mucho, que ingenuos éramos). Aparcamos el coche en Plaza Cataluña y nos dirigimos en metro hasta el Monasterio de Pedralbes, un monumento precioso del siglo XIII que desconocen bastantes turistas (hasta barceloneses). Es del más puro estilo románico y tiene una sala grande con bastantes obras de arte, digno de ver sin duda, sobretodo si eres amante del románico.

Monasterio de Pedralbes. Claustro

No olvidéis visitar la iglesia que está justo al lado del claustro pero se accede por otra puerta en el exterior y es bastante recomendable también. Aunque lo más bonito es el claustro como veis.

Fachada del Nacimiento, la única que está terminada
Después volvimos en metro para visitar la joya de la corona: la Sagrada Familia. La había visto varias veces por fuera pero esta vez entramos dentro, y sinceramente desde dentro me impresionó más, pero de una forma MUY fuerte, casi diría que me emocioné al ver que alguien hace más de 100 años pudiera diseñar algo tan bello (y eso que no estará terminada hasta 2026). Desde entonces se puede decir que Cataluña me ha enamorado, porque ya tenía otro genio al que admiraba, el gran Gaudí (no tanto como Dalí jeje).
Hay que señalar que Gaudí diseñó el Parque Güell (al que en este viaje no fuimos porque lo habíamos visitado antes y ahora hay que pagar, es una estafa, como si te piden que pagues por ver la Torre Eiffel o el Coliseo por fuera, absurdo), también diseñó la Casa Batlló y Milá (La Pedrera) y varios monumentos más por más ciudades de España, así que realmente se le puede considerar un genio.
Una vez dentro de la Sagrada Familia me arrepentí de no haber subido a las torres (el precio subía a 20€), pero realmente merece la pena pagarlo si vais porque todo el dinero va para terminar de construirla (la Sagrada Familia es un templo expiatorio, así lo quiso Gaudí, esto quiere decir que no recibe dinero del Estado, sino que se construye con el dinero de las entradas y las donaciones, por eso están tan caras y están tardando tanto en construirla).

Interior de la Sagrada Familia, sólo se aprecia una
pequeña parte de lo que es

Como curiosidad decir que Gaudí está enterrado en la cripta del templo y Dalí se fijó en él para enterrarse debajo de la cúpula de su museo en Figueres.
Después de este momento espiritual, llegamos al Barrio Gótico (precioso) y la maravillosa Catedral de Barcelona, que es menos conocida por culpa de la Sagrada Familia pero es impresionante también.
Recomendable totalmente esta joya del gótico.

Catedral de Barcelona

DÍA 2: FIGUERES, CADAQUÉS Y PERPIÑÁN

Al día siguiente nos levantamos tempranito para coger el coche e ir de camino hasta Figueres, está a 1 hora y media de Barcelona y hacía una temperatura muy buena. También tiene desde 2013 estación de AVE.

Teatro-Museo Dalí (Figueres)

Por supuesto la principal atracción es el museo de Dalí, que este cada año consigue más visitas y ha sido uno de los más visitados de España. Y la verdad es que me sorprendió la cantidad de gente que había (mayoría franceses por su cercanía).
El museo está construido sobre el antiguo teatro del pueblo, que fue destruido durante la Guerra Civil, Dalí lo reconstruyó a su gusto y dijo que lo hizo precisamente en el antiguo teatro por tres razones: porque era un artista teatral, porque está delante de la iglesia donde fue bautizado y porque fue donde expuso por primera vez una muestra de pintura.

Habitación con el rostro de Mae West

Como dije antes, está enterrado bajo la inmensa cúpula del museo, digamos que no es el típico museo en el que vas viendo cuadros y cuadros, sino que tiene bastantes esculturas, performances, joyas y más cosas. Se nota que lo planeó todo.

La Capilla Sixtina de Dalí




























Después de almorzar dejamos Figueres para dirigirnos a Cadaqués, que por cierto el camino está muy mal señalizado y eso que hay que pasar por una ciudad como Roses. Tras pasar Roses, comienza el camino de montaña del Parque Natural Cap de Creus. Cadaqués es ciertamente un idilio, un pueblecito rodeado de montañas pero con playas preciosas y paisajes maravillosos. Fue en este pueblecito donde Dalí vivió más años de su vida con su amada Gala, en una zona del pueblo que tenía una cala para ellos solos. Para visitar esta casa se necesita reservar con antelación. La casa está prácticamente igual a como la dejaron ellos, con los muebles, fotografías, libros, camas, hasta utensilios de baño, etc. Dalí decía que era la primera persona en la península en ver salir el Sol y en verdad era cierto, ya que Cadaqués se encuentra en la zona más oriental de la península.



Bigotes que inspiraron a Dalí
Casa-Museo Dalí (Cadaqués)

Permanecieron en esta casa hasta 1982 cuando murió su mujer Gala, Dalí entonces se sintió como si hubiera muerto él mismo, se recluyó en la torre de su museo en Figueres y apenas salió, los medios de comunicación  y los ciudadanos siempre han dicho que Dalí murió el día que murió Gala, aunque vivió 7 años más pero en muy malas condiciones físicas.



Vistas desde la casa de Dalí (Cadaqués)

Después de ver esta casa-museo que está en un lugar muy privilegiado (yo diría el mejor de la Costa Brava), decidimos hacer una "locura", que en vez de dormir en Cadaqués, que aunque es bellísimo, está un poco abandonado de noche, cogimos el coche y nos fuimos hasta Perpiñán, pasando por Roses de nuevo donde esta vez paramos y nos echamos unas cuantas fotos, cruzando la frontera francesa, algo no planeado pero que vino bastante bien para que hablara algo de francés y viera esta ciudad francesa del tamaño de Tarragona.
Playa de Roses
Perpiñán es una ciudad francesa pero también muy catalana, ya que en esta zona del sur de Francia también se habla catalán y se pueden ver banderas catalanas en muchos edificios oficiales. Esto se debe a que esta zona (Rosellón) fue parte de la Corona de Aragón, Reino de Mallorca y luego de la España unificada desde el siglo XII hasta el siglo XVII cuando se anexionó a Francia.
Allí lo más destacable que vimos fue el Castellet, una antigua prisión y ahora reconvertida en Museo Catalán de las Artes Populares y también el Palacio de los Reyes de Mallorca, al que no entramos y sólo vimos por fuera, aunque es lo más turístico de la ciudad (nos tuvimos que ir cuando estaba cerrado). Este palacio fue construido cuando la zona del Rosellón se unió con las Islas Baleares para crear el Reino de Mallorca y se construyó este castillo para que sus reyes pudieran habitar en Perpiñán, que en ese momento era la capital.


Interior del Palacio de los Reyes de Mallorca
Castellet de Perpiñán


DÍA 3: BARCELONA (2)

Tras nuestra visita en tierras francesas,
MNAC
volvimos a nuestra España y específicamente a Barcelona, donde tocaba visitar el maravilloso Monjuïc, uno de mis sitios favoritos de la ciudad. Primero dimos unas vueltas por el Estadio Olímpico y el Palau Sant Jordi y después nos tomamos un café justo enfrente del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) con unas vistas increíbles de toda Barcelona.
Entramos a este museo, los sábados a partir de las 15 horas de la tarde es gratis (y te ahorras bastante), aunque tuvimos una hora apenas para verlo, me encantó muchísimo la distribución de las piezas, ya que está dividido en grandes zonas donde pone Románico, Gótico, Renacimiento, Barroco y Modernismo con grandes carteles para no perderte. El edificio en sí es una maravilla, pero es que dentro tiene muchísimas obras de grandísima calidad (para mí el mejor museo después de El Prado). Los autores quizás son menos conocidos, pero para mí las obras de arte que habían eran preciosas, por no mencionar los restos de iglesias románicas, las esculturas neoclásicas y la cúpula del edificio. Precioso.



Ábside de la iglesia de San Clemente de Taüll


Tras verlo corrimos como locos hacia el Museo Egipcio, ya que daban una visita guiada en menos de una hora y estábamos bastante lejos (los sábados a las 17h en español, hay otra en catalán a otra hora). A pesar de que el museo es bastante pequeño, es muy recomendable sobretodo para los amantes del Antiguo Egipto como yo, ya que se trata del ÚNICO museo de Egipto en España. La duración de la visita guiada fue de 1 hora y cuarto más o menos y fue super amena, la guía era una mujer egiptóloga que había estado en Egipto desenterrando momias y nos explicó perfectamente cómo era el mundo de los egipcios y por qué creían en todo eso.  Desde luego la mujer se lo curró e hizo que tanto niños como grandes nos fuéramos con un buen sabor de boca, bueno, si se puede decir eso de Egipto, porque estaban completamente obsesionados con el mundo del más allá. Sinceramente, no creo que ni en Egipto me vayan a dar una visita guiada igual. Resaltar que había una exposición temporal de cómo se descubrió la tumba de Tutankamón.

Busto de Sejmet 


Fotografía de Carter descubriendo
la Tumba de Tutankamón


Tras nuestro día de museos, fuimos a dar un paseo, vimos la Casa Batlló de Gaudí por fuera y también en la Rambla el Liceo de Barcelona, de los teatros-óperas más importantes del mundo.
Y como tocaba ya un poco de ocio, sacamos unas entradas bastantes baratas para ver al FC Barcelona en el Camp Nou, cosa que siempre me ha atraído por ser el estadio más grande de Europa. La experiencia fue muy positiva (ganaron 6-0 contra el Rayo).
A la mañana siguiente tuvimos que levantarnos muy temprano (casi sin dormir) para coger el avión de vuelta a Málaga y despedirnos de Cataluña, de la que me he llevado una experiencia muy buena.

Casa Batlló
Camp Nou


CONCLUSIÓN
Ya sé que no se debe comparar un viaje con otro, pero sinceramente he disfrutado este viaje más que el de Madrid, posiblemente porque Madrid es una ciudad de museos y Barcelona tiene bastantes monumentos al aire libre, también por supuesto gana puntos este viaje porque estaba dedicado a Dalí y por experiencias nuevas como ver un partido de fútbol en el Camp Nou.

-Lo mejor: es muy difícil esta vez elegir lo mejor del viaje, pero posiblemente esté entre el Museo Dalí de Figueras y el interior de la Sagrada Familia.
-Lo peor: no creo que haya nada malo, pero por decir algo cuando hemos tenido que desplazarnos en coche o metro.
-Nota: un 8'8
-¿Volverías? Sí, para ver el Castillo de Púbol, donde está enterrada Gala y al que no pudimos ir porque no abren hasta marzo y para ver terminada la Sagrada Familia, que me he prometido a mí mismo no volver a verla hasta que la terminen, para que la sorpresa sea mayúscula. No sé si aguantaré.




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